Me gusta que la historia es original, pero se puede sentir como si pasara en la vida real, sobre todo en Japón, el cual es un país conservador donde irónicamente la regla de que está prohibido el romance entre estudiantes existe en varias escuelas.

Los personajes estuvieron bien escritos y actuados. Cada uno tenía su propia historia, pero no llegaban a saturar el contenido de cada uno como para que la persona que estuviera viendo la serie perdiera el hilo de la historia.

La relación de Ichica con Maki es adorable y me gusta cómo no se llega a sentir forzada y más como cuando dos personas empiezan a pasar tiempo juntos y terminan gustando del otro, cosa que es muy normal en los adolescentes.

Me gusta que hayan dejado el final medio abierto porque si logran sacar una segunda temporada pueden explorar temas más a fondo, pero si la dejan ahí también tiene una buena conclusión.

Estoy rezando que saquen una segunda temporada, es demasiado buena la historia como para no seguirla.