Decir que esta película es una obra de arte es lo mínimo que puedo hacer. La cinematografía es un placer visual constante; cada toma es una pintura, una historia y un mensaje con pistas de la trama; amé la paleta de colores, fríos y pálidos. La música acompaña de forma impecable. La producción es espectacular; los escenarios, los vestuarios y todo en general exuda elegancia, seducción y una marca característica que refleja la cultura de los personajes.

Respecto a la trama, thriller erótico es más que clavado. Como dije, todo en esta película grita seducción, sin que nunca se sienta obseno, por más que el film se ponga cada vez más y más turbio. Es increíble lo bien escrito que está el guion; dividida en partes, la historia no deja de asombrar con plot twists que me dejaron confundida, perturbada, asustada e intrigada por partes iguales, y cada vez más y más. No hay agujeros de guion y todas las pistas se nos disponen sin que nos demos cuenta hasta que la explicación cae como bomba, en una narrativa espectacular que no deja de asombrar.

Las actuaciones son excelentes; les creí su papel toalmente a cada uno de ellos y comparten una química increíble, pero las que más merecen un aplauso son las dos actrices principales, sin dudas, que se entregaron completamente a sus personajes. Con un director tan bueno y respetuoso con su cast, amo que Corea haya recibido tan bien esta película, cuando es todo lo opuesto a lo que vemos en los kdramas y está tan llena de tabúes. Una película fascinante y admirable, no para cualquiera, pero sí para el que quiera ver un thriller espectacular y tan hermoso como perturbador.