No estoy seguro si fue este drama o el manga de Crows Zero de los años 90 quien inició el casi género de pandillas de adolescentes con chicos lindos que gobiernan con lealtad y amistad; Sea quien sea, soy fan de todo, porque es este género lo que me hizo descubrir este drama y muchos más.

A veces puede parecer un poco tonto, tal vez un poco infantil, pero una vez que puedes ignorar esos momentos, si eres un adulto o simplemente no te gusta ese contenido, creo que la actuación es bastante buena, simplemente como la trama, la escritura y tal vez incluso la música.

Soy la persona más juiciosa cuando se trata de dramas que tienen ídolos porque, en mi experiencia, todos tienden a ser tan malos y mal interpretados que todavía tengo flashbacks de 'The Killer In Me'. Pero sorprendentemente, o no tanto con esta, Jun Matsumoto encaja bastante bien en el papel de Sawada y actúa bastante bien en él. Todo hay que decir que tal vez no sea necesario tener tanto talento para este tipo de trabajo, pero aun así fue agradable ver que nunca me encogí ni me reí con la escritura ni con ninguna escena.

La historia, siempre girando en torno a niños olvidados por la sociedad, de esos problemáticos, sin perspectivas ni futuro que han renunciado a confiar en los adultos, sólo por un adulto que se preocupa genuinamente por ellos y lo demuestra en cada episodio, nunca pasa de moda. Quizás sea agotador a veces si ves el drama en exceso en un día, pero definitivamente siempre es entretenido en mi opinión, con el típico humor japonés al que están acostumbrados todos los que crecieron con el anime.

En resumen, lo recomendaría si te gustan las amistades, las historias de pandillas de lealtad o te gustan los chicos lindos. No es una obra maestra, pero definitivamente tampoco es algo que te haga arrepentirte de haberla visto.